Este blog nunca fue más que una intensión de un íntimo diario, de una chica que pasaba sus días rosados de la adolescencia.
Ahora, ya mas vieja -o ni tanto- me levanto y lo veo, lo pienso y me apeno. Ya no quiero estas memorias rosadas. No quiero estos lamentos románticos ni estas ideas de amor. Esos poemas entrecortados donde el aire se rellena en mi pecho y cae en un suspiro frágil de la juventud que aún prevalece a mis veintiún años.
Si pues, no tan mayor soy para sentirme muy madura al respecto de nada, pero lo suficiente para darle un cierre a esta vida, a este diario y a estas cartas de tan profundo cariño y sofocante ambivalencia. Me despido de mis recuerdos de Helena, de mis memorias a mi mamá, de mis amores perdidos y de las noches donde les dije a todas mis penas con esa valentía disparata lo que no se podría decir de frente por cobarde.
Me despido de esa parte adolescente de mí y crezco. Me desvelo de mí y me alejo. Porque ya no soy yo, soy alguien más que ha tomado mi cuerpo y ahora soy otra mujer con otra alma, pero sigo siendo, alguien mejor.
Hasta luego, hasta pronto, hasta nunca.
-Claudia.
1 comentario:
Elvis: No sé si leas esto amiga. No sé si aún frecuentes estos lares. No sé por dónde remanecerá esto. A estas alturas he logrado separar las emociones y los sentimientos. Lo plástico de lo natural. Y con felicidad llegué a la conclusión de que tengo un sentimiento.
Algún día nos volveremos a hablar y será lo más genial del mundo!
Muchos Besos!
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