No, este no es el cuento del que te hablé. Estoy falta de tiempo y mi clase está a punto de empezar. Pero tengo que decir algo, algo que quizás no vas a leer o que quizá no escucharás. Porque ya no confió que lo que yo diga sea algo que tú consideres. Sino que ahora vivimos en un mundo en que las cosas lindas son lo que queremos escuchar y solamente eso. Vivimos de las cosas adorables, de los encantos y de lo rico, y bonito. No puede ser así. No debe ser así.
Estoy molesta y te lo digo para que lo sepas, y ver si causa algún cambio en tu personalidad cansina y racional. En tu forma de ver las cosas tan cuadrada y tan cerrada que a veces me de deja del lado porque crees que "todo se soluciona con el tiempo"; pero a veces el tiempo ya demora y demora tanto que aburre. Y esperar en el sillón viendo un espacio vacío no es lo mejor que podemos hacer. No es lo más placentero. No es lo más bonito.
Quiero aclarar que esto no lo digo con cólera, lo digo con sinceridad, con una franqueza que quizas duele, porque hasta mi mamá me dice que no debería ser tan franca. Hasta tú me lo has insinuado. Pero imagino que es uno de mis mas grandes defectos. Decir la verdad. Es curioso como algo así se puede tornar en un defecto. En fin, esperaré mientras tomo agua, y pensando cómo puedo esperar. Y tomo un poco más de agua.
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