Si lo digo, es porque puedo, porque quiero.
Porque tengo esta habilidad de decir las cosas, porque Dios, mi madre o unas celulas me dieron boca o porque el simple azar me permitió que esto sucediera. Sí, porque tengo esta facultad de pronunciar palabras, hablar y gritar, decir a voz de cuello, gemir, o susurrar. Porque puedo extender una voz, mi voz. Porque tengo una, porque puedo usarla.
Porque puedo escribir, porque sé escribir y tengo manitos, chiquitas pero tengo y creo que puedo decirlo en distintos niveles, de distintas formas cuando quiero, cuando se me antoja y como mas me gusta decirlo. Al oído, cerquita, o cuando estas lejos, a unos pies o al otro lado del sillón, solo debes saberlo. Sonreír. Y sabré que he dicho -o escrito- algo bueno.
Entonces, no sé si terminará como la películas norteamericanas, pero al menos habré dicho lo que quise decir y tú me habás escuchado -o leído- y yo estaré contenta, porque sabrás que, sin un beso o abrazo, yo te quiero, y te lo digo porque puedo y porque quiero decírtelo. Porque me haces feliz sin darte cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario