viernes, 1 de octubre de 2010

A mi edad.

Soy un gran falso mientras finjo la alegría,
Tú un gran desconfiado cuando finges simpatía.
Como un terremoto en un desierto que
Todo se derrumba y nadie ve que ya estoy muerto.

Lo saben todos que en caso de peligro
Se salva sólo quien sabe volar muy bien,
Pues excluyendo los pilotos, nubes, águilas, aviones
Y a los ángeles quedas tú.
Y yo me pregunto dime qué harás
¿Ahora que ya nadie vendrá a salvarte?
Mil cumplidos por la vida de campeón.
¡Insultos por el rastro de un error!

Y me siento como quien sabe llorar todavía a mi edad,
Y agradezco siempre a quien sabe llorar de noche a mi edad.
Y vida mía que me has dado tanto,
Dolor, amor, verdadero todo;
Mas gracias a quien sabe perdonar siempre la puerta a mi edad.

Cierto que fácil nunca, nunca ha sido.
Observaba la vida como la observa un ciego,
Pues lo que se dice a veces daña;
Mas lo que se escribe puede herir hasta morir

Y me siento como quien sabe llorar todavía a mi edad,
Y agradezco siempre a quien sabe llorar de noche a mi edad.
Y vida mía que me has dado tanto,
Dolor, amor, verdadero todo;
Mas gracias a quien sabe perdonar siempre la puerta a mi edad.

Y que la vida te reserve lo que sirvas, pero
Que llorarás por cosas feas y cosas bellas y que
Que sin rencor tu miedo se convierta en tu cura.
¡La alegría perdida regresa ahora!
Y porque,
Porque solamente el caos de la retórica
Confunde y modifica la coherencia histórica y,
Y porque Dios me ha sugerido que te he perdonado
Y lo que dice él... Yo lo hago.
De noche a mi edad,
De noche a mi.


Tiziano Ferro.

No hay comentarios: