"Resbalas en la mentira" diría Sussane Noltenius. Entonces piensas en esa fracesita y sigues caminando. Estas consternada, has discutido con un amiga tuya -que en realidad parece no ser tan amiga tuya a veces- y te incomoda. No te gusta hablar de política, Claudia, pero igual aguantaste su cháchara sobre porque Susana Villarán debía ganar, y como es ella socialista y como quiere obligarte a creer lo que ella quiere creer, porque sino te vas al carajo. Sí, ella suele amanezarte con esas cosas, y no dices nada Claudia ¿por qué? Te enfada, hay días que quieres enfrentarla y decirle cosas terribles pero callas. Al final de todo se supone que es tu amiga. Se supone.
Hoy ha sido un día difícil para ti, has tenido muchos pensamientos difíciles en tu cabeza. Has estado triste y tu amiga -aquella tierna, de rulitos- lo ha notado. Primero dijiste que no pasaba nada y te hiciste la desentendida. Atendiste la clase. Luego te lamentaste de no contar con alguien con quien contar. Te diste cuenta que estabas sola Claudia, sola con un secreto que querías sacarte de encima porque es uno de los peores secretos que pudiste enterarte. Al menos, hasta ahora.
Desde que sucedió no dejas de escuchar la misma canción. ¿Por qué, Claudia? sabes bien porqué, no te hagas la tonta. La letra, esa letra, te cala los huesos porque sabes que significa y, como nunca, te has aprendido la última línea. Sigues caminando después de repasar tu día y llegas a una máquinita dispensadora, todo es tan mecánico. La vida se ha tornado desesperantemente mecánica, ¿no es así, Claudia? Sí, asientes callada y vuelves a cantar la única línea que te acuerdas bien. You got your wish, you got your prize. Now take it right between your thighs. You grabbed for everything, my friend; but don't you see that in the end there will be nothing left of me.
Nothing.
Tomas tu galleta y te vas. Sabes que no verás lo que esperabas ver y sigues caminando, solo que un poco más aprisa. El salón esta en el cuarto piso y, aunque no quieras llegar a él, es el único lugar a donde puedes llegar.
Cuando entraste, viste que tu amiga estaba más calmada. Parece que dejó el tema de la política del lado. También habló de Jaime Bayly, ¿recuerdas? Sí, piensas en sus argumentos y la ves, ella te responde una mirada hosca. Esta disgustada porque no le diste la razón, porque le diste la contra. Olvidalo Claudia, son tonterías, te dices mientras les dices que vean más el tema del trabajo y dejen de contar chistes o reirse tan estruendosamente. No estas de humor, ultimamente nunca lo has estado, Claudia.
¿Recuerdas cuando te estabas bañando? Te habías dado el gusto de poner las canciones de Nine que tanto te agradan. Bailaste sola, encerrada, miraste el espejo y te viste desnuda, por un, momento, feliz. No había nadie, nada. Entraste a la ducha y cantaste Be italian casi enterita. Sonreíste. Luego llegó My husband make movies que te encanta tanto. Pensaste en Marion Cotillard, tan glamorosa y bella. Pensaste en que querías ir a Polvos Azules a comprarte Jeux d'Enfants y verla de nuevo, completa. Entonces, llegó esa parte de la canción que siempre te sensibiliza mucho,
My husband makes movies, to make them he make himself obsessed. He works for weeks on and end without a bit of rest. No other way can achieve his level best.
Some men read books, some shine their shoes. Some retired early, some stay out to dream and muse. My husband only rarely comes to bed! My husband makes movies... Instead. My husband makes movies.
Lloraste, lloraste porque estabas tu sola en ese baño. Te sentaste muy apesar que no te gusta sentarte sentir el frío de las locetas en tu piel, lo hiciste. Te sentiste débil, Claudia, porque todo esta desordenado, esta por todos lados y no lo puedes alcanzar. Así que saliste rápido de la ducha y te fuiste. Huiste como una cobarde de tu soledad.
Y ahora sigues en el salón, con tu amiga que tiene esa cara de puño que te agria cada segundo y a quién te gustaría decirle muchas cosas espantosas. Y con tu otra amiga de rulitos que se ríe porque tiene una chompa rosado bebé y porque ella quiere ser como un bebé. Y todos estan felices porque no tienen en la cabeza una sola canción en qué pensar. No como tú, Claudia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario