jueves, 1 de julio de 2010

A puertas abiertas

Sonreía, sonreía tan bello, tan tierno. Es una fresa me dije, mientras le miraba y ahondaba mis manos en su rostro, su cabello, y suspiraba. Abrázame.

En ese momento quise pedirle, "no me dejes ir" pero sabía que no lo haría, no en ese instante. Sonrió de nuevo, con esa risita pícara mientras giraba y cerraba los ojos, esos brillantes ojitos, y juntaba esa boquita de dulce. Le besé con cariño descarado las mejillas, el cuello, el mentón, la frente, la naríz. Sus labios hicieron la mueca de un beso y reí. Es un muchachito adorable, mi chico encantador.

Le besé, y todo comenzó.

A puertas abiertas.

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