viernes, 11 de junio de 2010

Those three words, are said too much, they're not enough.

Oro y yo habíamos salido. "Voy a sacarla a pasear" sí, eso le dije a Diego, él me asintió e hizo sonidos de sorpresa y burla. En fin, ahora estamos Oro y yo afuera. Hace frío y es Viernes.

Ella camina en mi delante, yo la miro de a momentos, miro el piso, miro mis zapatillas y palpo dentro de mis bolsillos los cincuenta centavos que tengo para una galleta de chocolate, una Chomp de chocolate, como siempre. Mi favorita.

Chomp.

El aire gélido pasa, ¿dije que hacía frío, verdad? Sí, lo dije. Pensé y me entristecí. Un recuerdo o dos. ¿Sabes? He notado un patrón muy curioso, cuando me mientes, me dices la verdad cada cuatro meses.

Umn...

Entonces, cuando me vuelvas a mentir, ¿tendré que esperar cuatro meses por la verdad? ¿me mentirás de nuevo para "que no crea algo que no es"? Mejor aún, ¿podré confiar en lo que me digas?

Para serte sincera, la primera mentira no me molesta, creo que es comprensible, yo tampoco hubiera dicho nada porque bueno, no sé, no lo hubiera hecho. Falta de agallas, valentía o cualquier cosa similar. No lo sé. Pero la segunda, si me molesta -¡y como!- porque yo te creí... Y te creí tanto tiempo.

Y ahora aquello que no querías que piense, lo pienso más.
Porque por algo se ocultan las cosas, ¿no?


Quiero dejar de creer en todo lo que me dices.

Quiero dudar de ti, quiero pensar que me mientes, que no eres sincero. Quiero borrar toda esa idea tan honesta que tengo de ti para que la próxima vez no me moleste tanto o para que cuando pasen otros cuatro meses, pueda serme menos sorpresivo. Sí, eso quiero.

Aunque preferiría que no me mintieras, pero imagino que es algo humano y algun día lo volverás a hacer. Solo espero que no hagas algo tan horrible como para que robes un pedazo de mí en transcurso.

No hay comentarios: