domingo, 20 de junio de 2010

Feliz día, mamá.

Hoy es el día del padre y ya cumplí, saludé a mi papá como ella me lo pidió, desayunamos juntos y hasta vi un partido del mundial con él. Le dije "feliz día" con un gran abrazo colgando de mis manos y una sonrisa pintada a medio rostro. Besé su mejilla.

Ahora le toca a ella.

Hoy es el día del padre, pero yo quiero saludar a quien es, fue y será siempre mi papá también: Mi madre. Ella, la mujer mas hermosa, la mujer mas risible, la mujer ás amable, la mujer mas empeñosa, la única. Sí, la única que podía ser como es. Porque no hay otra madre como la que yo tengo, carajo, y que bien que así sea.

Aunque si fuera así, quizas muchas personas podrían ser tan felices como yo. Porque tendrían una mamá que es tan o más papá que el verdadero.

No, no me malinterpretes, no es que no le quiera. Es solo que él nunca será ella y él nunca llevó claramente su título. Es una gran persona, muy bueno, pero solo eso. Mi madre... Ella trasciende. Ella es un ángel.

Ella me hizo mis vestidos para las actuaciones, y no me veía actuar, porque tenía que ir tras bambalinas y correr de un lado al otro porque mi hermano que actuaba también. Ella me hacía mis almuerzos "no felices" porque no tenían golosinas, pero así fui la niña con menos caries en mi clase. Ella me contaba historias antes de dormir para que no demore tanto en acostarme y no me cueste tanto levantarme la mañana siguiente. Ella rezaba conmigo todas las noches para que ninguna persona mala o ninguna araña gigante o cualquier mounstruo imaginario, se aparesca y me asuste en sueños. Ella estuvo en toda y cada una de las presentaciones que tuvimos mi hermano y yo en el colegio, sentada adelante con Tata, aplaudiendo, no importando si huí, brillé o lloré. Ella a sido mi profesora más agradable, mi única chica bonita, mi defensora más admirable, mi mejor motivadora, mi terapeuta adolescente, mi diario confidente, mi mejor amiga, mi mejor modelo a seguir, mi más objetiva crítica, mi mayor y mejor fan,

Mi Madre.


Hoy es el día del padre y ya cumplí contigo, ahora cumpliré conmigo, -aunque sé que no te gustará mucho- porque eres más de lo que puedo decirte ahora, más de lo que jamás pueda decirte o de lo pueda pretender decir, porque esto que escribo ahora no lo verás y se desvanecerá con el tiempo y ya no existirá, morirá conmigo pero no con el rojo infinito que late en mí por ti. Porque eres tú la velita de mis pasteles de cumpleaños, tú los hiciste posibles, tú solita.

Feliz día del padre, mamá.

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