Hola,
Esta no es la primera vez que te escribo, en realidad, es la cuarta. La primera vez nunca llegó -por cosas del supuesto destino y despachurradas similares- lo que escribí para ti. En parte, me pregunto como sería todo si te hubiera llegado, si lo hubieras leído ¿Algo habría cambiado? ¿me habrías contestado? O, en primer lugar, ¿lo habrías leído? No lo sé, pero a veces me lo pregunto y, a veces también, me lamento. Siento que debí. La segunda fue por un medio un tanto incómodo, y sí, ¡hubo correspondencia! En parte, eso me hace pensar que existen un mínimo de posibilidades de que me hayas podido responder la primera vez; en fin, la segunda lo hiciste y lo remenbro, es más, aún guardo lo que escribiste. Lo guardo como algo que uno tutela y lee recordando, masticando y pensando como debió estar la otra persona al escribirlo. Lo guardo pensando que clase de persona debiste ser y en clase de persona te pudiste haber convertido, y luego me llega a la mente cual rayo, que yo nunca fui nadie más que alguien que alguna vez pudiste repudiar. La tercera vez fue en un espacio invisible, de luces desconocidas y que nadie ve, con ojos ajenos al público y a ti, así que -nuevamente- nunca te enteraste. Fue por este medio, por este blog de corte diario medio rosa ,pues hablo mucho de mis sentimientos, y que, con el corazón azulado -porque el amor también puede ser azul-, narran demasiadas intimidades que espero jamás te enteres, porque creo que, en parte, no quiero que lleguemos a ser tan cercanos(as), quizá por lo que nunca supe decirle a nadie, que nunca podría decirte a ti ni a quién sé que es tu mas cercano "conocido" justamente por ello, porque son conocidos. Reencontrados.
(Y ahora tú, curioso que lees estas líneas, ya debes saber de quién hablo)
Ahora es la cuarta, y escribiré de nuevo en este espacio lleno de luces y lleno de vacíos. He pensado ponerlo también en otro espacio un tanto seco -a mi propia consideración- pensando que así podría llegar a ti, aunque, por otro lado ¿te interesará? ¿pensarás en buscarlo? Y si lo pongo en ese lugar tan inapropiado y que me resultan tan... Rojo, rojo como cuando te salen venitas de la frente cuando te irritas y quieres gritar que no soportas más lo que sucede. Sí, las redes sociales son un fastidio. Pero si ese dolor de médula puede hacer que esto llegue a ti de una forma sutil quizán bien valga la pena, ya me decidiré. Bueno, comenzaré a explayarme.
Cuando aún era sábado, noté muchas cosas, noté muchas cosas que nunca había visto, noté que -de un forma inconciente- viví un tiempo escaso contemplando, contemplándolos. ¿Sabes a lo que me refiero? ¿No? ¿Sí? Informo con anticipación, no busco quejarme, es solo que es algo que noté y creo que no lo viste porque tú ya estabas en otra, no lo viste porque ya no estabas con un alguien y ese alguien aún estaba contigo. Y bueno, en parte yo fui como una imagen creo, no lo sé bien, hoy he quedado un tanto confundida. Confundida y triste, porque la realidad es media caca ¿sabes? Y pucha, yo huyo de ello, o al menos, no estoy acostumbrada a lo que se supone que viví y no supe que había vivido.
Entonces, noté que quizá ese alguien me había sido infiel pero no físicamente infiel, sino psicológicamente infiel. Y lloré mentalmente, con los ojos del alma.
Hay veces que me pregunto si sabes cuan anfortunado(a) fuiste. Cuanto lo fueron, alguien y tú. Creo que el secreto de la belleza-tonta de su cariño iluso es que no admiten o que admiten a medias que no lo saben, pero lo fueron. Si se vuelven a ver en el adelante que depara, espero que sea de la manera mas bonita, porque hoy me di cuenta que fuiste como un perro que conosco frente a una dificultad -sí, es una metáfora un tanto estúpida- porque sorteaste el obstáculo con cierta agilidad y terminaste con la naríz en alto. Si no lo entiendes, por favor avísame porque, como te dije, es una metáfora estúpida, pero tiene un significado con un fin halagador, al menos, eso intento.
Creo que debo finalizar esta carta/e-mail/post porque ya han sido muchas cosas, o han sido simplemente cosas. No te diré que te cuides, porque no nos conocemos y no tenemos derecho que pedirnos cosas, pero puedo desearte buena salud y una buena semana. Espero escuchar cualquier noticia tuya prontamente, sea insultos, pedidos de restricciones o un signo de interrogación, lo que sea. ¡AH! Y en parte, espero te contactes con ese alguien, prefiero que converse con alguien como tú -muy apesar que a veces me genera vueltas de panza- que con una vieja de 50 que le toca el miembro y este se deja ¡Pff!. De alguna manera, pienso tontísimamente que eso no sucederá contigo. En fin, soñaré.
Hasta otro escrito.
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